El británico Andy Murray tiene en los Juegos Olímpicos, que comienzan dentro de una semana, una oportunidad para desquitarse de la final de Wimbledon que perdió contra el suizo Roger Federer.

“Es bueno que los Juegos comiencen tan pronto después de Wimbledon, para mí supuso una motivación extra para volver a los entrenamientos y no pensar más en la final”, declaró el británcio.

Murray, de 25 años, rompió a llorar después de perder en cuatro sets la final de Wimbledon el pasado 8 de julio, la cuartade Grand Slam que ha disputado sin haber logrado la victoria en ninguna de ellas.

“Me siento bien. Me estaba entrenando de nuevo después de una semana. Si no hubiera sido por los Juegos, me hubiera tomado dos o tres semanas de descanso. Tuve cuatro o cinco días y regresé a la pista”, comentó Murray.

“Pensé que jugar un poco sería bueno para los Juegos. Todo había cambiado muy rápido después del torneo (Wimbledon, donde también se disputará el torneo olímpico), habían puesto motivos olímpicos en los fondos de la pista”, señaló el escocés, número cuatro mundial y único británico que luchará por una medalla en el torneo de tenis.