El juicio oral por el desplome del Edificio Alto Río prosiguió con la primera declaración de una víctima en Concepción.

El estremecedor relato fue proporcionado por Boris Castro, de 44 años, quien residía en el departamento 702 del fallido proyecto inmobiliario, junto a su esposa Jasmina Fierro Cerro, contadora, con quien se aprestaba a celebrar un año de matrimonio, ya que se casaron el 28 de febrero de 2009.

Aseveró que el edificio tuvo un comportamiento irregular durante el cataclismo, lo que señalaba con conocimiento porque cursó la carrera de arquitectura en la Universidad de Concepción.

Sabía que vivía sobre uno de los ejes y durante el sismo el edificio daba saltos en sentido vertical y se torcía. Intuyó que caería y el desplome duró no más de un minuto. Se oyeron crujidos, propios de la fractura de fierros, recordó.

Permaneció inmovilizado junto a su mujer, quien sobrevivió 30 minutos, y como empeoraba irremediablemente, se despidieron, tras lo cual Jasmina falleció por asfixia debido al aplastamiento.

Ese día también se encontraba su hijo, de 16, y le angustiaba no poder gritar para informar a los rescatistas sobre la presencia del menor, quien fue rescatado 2 horas después de la caída. Él tuvo que pasar otras 19 horas atrapado, hasta que fue sacado por amigos y rescatistas.

Permaneció cinco meses hospitalizado y acusó que hubo un compromiso de pago de la constructora Socovil, en particular de uno de los imputados, Juan Ignacio Ortigoza, para cubrir los millonarios gastos médicos, lo que no se cumplió. Sus amigos y familiares debieron suscribir pagarés en clínicas para ayudarlo.

También recordó la rabia que lo invadió cuando, un mes y medio después del terremoto, se informó a través de los medios que Alto Río, el edificio donde eligió vivir junto a su esposa, fue el único que cayó en el país debido al cataclismo.

Pedro Cid (RBB)

Pedro Cid (RBB)