El presbítero Cristián Precht Bañados llegó a Concepción para refugiarse en la casa de un sacerdote amigo que fue a esperarlo al Aeródromo Carriel Sur, pero que lo recogió en el exterior, cuando entró directamente a un automóvil particular para alejarse de la terminal aérea.

Precht sólo agradeció la presencia de periodistas “por la preocupación” y dijo que “así como hay tiempo para hablar, hay momentos para callar y este es un momento para callar”.

No obstante adelantó que prepara su defensa y comenzará por entregar una declaración escrita en el curso de las próximas horas. Confirmó que su abogado recién tiene la posibilidad de conocer – en detalle – las acusaciones y responder.

Por otro lado, indicó que se enteró, por la prensa, de las palabras del arzobispo de Santiago, haciendo el anuncio y declinó comentar las acusaciones del padre Gidi, encargado de la investigación.

Recordemos que en 2011, se inició una investigación canónica ante un presunto abuso sexual, pero fue cerrada semanas después por no encontrarse elementos que acreditaran el hecho.

Sin embargo, esta semana el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, sostuvo que en las investigaciones que se realizó a los sacerdotes Precht y Alfredo Soiza-Piñeyro por posibles faltas a sus deberes sacerdotales, en ambos casos hay “datos verosímiles de conductas abusivas con mayores y menores de edad”.

Ezzati señaló que al tratarse de “delitos más graves”, la autoridad eclesiástica local “no es competente” y por lo tanto las actas del proceso serán derivadas a la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano.

Precht, que fue Vicario de la Solidaridad, tuvo alguna cercanía con el actual arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, y es obispo auxiliar de Santiago, pero no fue posible confirmar si su viaje a Concepción se relaciona con el Pastor.

Fuentes cercanas indicaron que “el amigo de Precht en Concepción, es otro sacerdote, que también llegó recientemente desde la capital”.