Claudio Gandelman, CEO del portal de citas Match.com para Latinoamérica, redactó una simpática columna de opinión en la que entrega algunos consejos para sobrellevar una relación sentimental en el trabajo.

No es una novedad que muchas parejas se forman en los trabajos. Las investigaciones indican que las relaciones amorosas se están volviendo cada vez más comunes dentro de las empresas. En la actualidad, las jornadas laborales son cada vez más largas y como consecuencia natural, mientras más tiempo se pasa junto a un grupo, más estrechos se vuelven los lazos, se conoce más íntimamente a quien está a su lado, se comparten más los asuntos personales y se crea el terreno favorable para que se desarrollen relaciones más allá de la amistad.

Otro factor que contribuye con ese escenario es el hecho de que cada vez hay más empresas con características más jóvenes. Se comienzan a incorporar políticas de trabajo y conceptos menos tradicionales que, a pesar de la jerarquía, encaran mucho mejor la informalidad en las relaciones interpersonales. Aunque aún existen algunas empresas que mantienen la prohibición de relaciones sentimentales en el trabajo, muchas redefinieron sus normas y las aceptan. Lo que no cambia, sin embargo, es la necesidad de seguir ciertas reglas de buena conducta y de sentido común.

Cuando se convive con alguien, en cualquier ambiente que sea, académico, profesional o social, no hay cómo evitar sentir interés por otra persona. Lo que marca la diferencia de cómo se conduce ese interés será justamente el escenario donde acontece. Muchas personas sienten dudas sobre cómo encarar una relación amorosa dentro del ambiente de trabajo.

Vamos a dar algunas sugerencias de cómo llevar adelante esa relación de forma saludable y cuidadosa:

1. En primer lugar, es importante tener claro qué dice el código de conducta de la empresa donde trabajas. ¿Es permitido? ¿Puede causarte problemas?

2. Tener una pareja en el lugar de trabajo puede afectar a todo el grupo si los dos no saben cómo llevar adelante la relación de forma madura. Las escenas de celos y las discusiones generan un clima pesado e incómodo, alimentan los rumores y aumentan los comentarios. Todo eso puede llevar a una pérdida de productividad importante y no se tardará mucho en asociar el desempeño con la relación, lo que puede comprometer el cargo de uno de los integrantes de la pareja.

3. De igual forma, los besos, los abrazos, los apodos, las cartitas, los regalos, las conversaciones interminables en los chats pueden generar una impresión infantil de la relación y, nuevamente, crear un clima de incomodidad por ser inadecuados. Ya sea por problemas personales de la pareja que quedan al descubierto cuando están juntos o por demostraciones de afecto exageradas, el ambiente de trabajo puede sufrir cuando una pareja se equivoca en el tono.

4. Vale la pena recordar que si surge un interés de pareja en el trabajo, todo lo que hay que hacer para aprovechar la oportunidad es tener en mente que cada espacio tiene sus reglas con sus límites. Por esto, se debe tener presente que lo que vale en casa no vale en el trabajo y viceversa. Se debe considerar que no están solos: hay todo un grupo de profesionales alrededor que, indirectamente (y a veces directamente), están involucrados en esa relación y pueden, si las cosas se hacen mal, terminar perjudicados.

No dejes que la relación interfiera en tu productividad, preserva tu imagen y todo lo que construiste profesionalmente hasta el presente y, sobre todo, mantén el sentido común.