El cartel Los Charros, ligado al ya fracturado Familia Michoacana, estableció su red centroamericana con apoyo de “El Palidejo”, principal sospechoso del asesinato del trovador argentino Facundo Cabral, según investigaciones nicaragüenses a las que accedió la AFP.

Las pesquisas señalan al costarricense Alejandro Jiménez, alias El Palidejo, como “jefe de una estructura que se encargaba de transportar la droga procedente de Colombia por Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala”.

El Palidejo, actualmente preso en Guatemala por la autoría intelectual del ataque contra el empresario Henry Fariñas y en el cual murió Cabral, se instaló en Nicaragua en 2008 para dirigir sus operaciones de narcotráfico, dicen los documentos de acusación, una de cuyas copias obtuvo la AFP.

El cartel “Los Charros, que representan al cartel de la familia Michoacán en Centroamérica”, había pedido al Palidejo y a su socio colombiano Francisco García, alias “El Fresa”, crear una “célula de apoyo del cartel en Nicaragua”.

La organización necesitaba “un grupo de narcotraficantes que trasladaran la droga desde Costa Rica hasta Nicaragua, donde sería entregada al grupo de los Charros”, señaló la Fiscalía.

“El Fresa” recepcionaba y almacenaba los cargamentos en Costa Rica para luego enviarlos “con frecuencia de dos o tres veces al mes” a Nicaragua.

Una casa en las afueras de Managua era utilizada por El Palidejo “como centro de operaciones, almacenamiento de drogas, armas de fuego, dinero y vehículos así como de reuniones de los miembros de la estructura”, afirma el texto.

El empresario nicaragüense Henry Fariñas también fue contactado para formar una red de colaboradores “para transportar la droga” de Nicaragua a Guatemala, señala.

Dos pilotos colombianos, Javier Eucastegui y Gonzalo Rúgeles, detenidos en mayo en Nicaragua, eran quienes transportaban entre dos y tres toneladas de droga en cada vuelo.

Según la acusación, Fariñas -detenido en Nicaragua desde marzo- adquirió propiedades para almacenar droga y creó 10 sociedades para lavar dinero en el país.

Cuando la policía nicaragüense desarticuló en mayo del 2011 la célula de Los Charros en Nicaragua, Fariñas había comenzado a robar y vender la droga de aquellos y entró en conflicto con El Palidejo, por lo cual este habría dado la orden de matarlo.

El empresario dirigía además el club nocturno Elite y organizaba espectáculos, entre ellos la última gira de Facundo Cabral, a quien llevó a Managua para un concierto el 3 de julio, seguido por otro en Guatemala la noche del 8 de julio de 2011, horas antes de su asesinato.

La madrugada del 9 de julio de 2011, Fariñas llevaba en su vehículo a Cabral rumbo al aeropuerto de Guatemala cuando ocurrió el ataque de los sicarios.

Pero los asesinos fallaron el blanco y concentraron el fuego en el acompañante -el trovador argentino, que recibió más de 20 impactos- mientras Fariñas, quien conducía, sólo sufrió heridas leves.

El Palidejo encabeza una lista de 29 centroamericanos y colombianos que han sido acusados el último año por la Fiscalía por traficar drogas y lavar dinero en Nicaragua.

Las investigaciones nicaragüenses también involucran al magistrado del poder electoral Julio Osuna, detenido y acusado de obtener cédulas de identidad nicaragüenses falsas para El Palidejo y otros cómplices, y de ayudar en el lavado de dinero.

Además, el juez Osuna tenía contacto desde 2009 con el mexicano David Patron, considerado uno de los jefes de Los Charros, y con quien formó en Managua una empresa llamada ACAN.