El centrocampista italiano Claudio Marchisio dijo este sábado que no teme que haya un acuerdo entre españoles y croatas para un empate a más de un gol, que clasificaría a ambos y eliminaría a la Nazionale, y agregó que está seguro de un triunfo de la Roja el lunes.

Españoles y croatas llegan a la última jornada del grupo C de la Eurocopa con cuatro puntos y se enfrentan entre sí. Italia es tercera, con dos puntos, y necesita para clasificarse ganar a la ya eliminada Irlanda y que en el otro partido no haya un empate a más de un gol.

Un 2-2 o un 3-3 en el España-Croacia sería letal para la Azzurra, por lo que la prensa del país ya habla del temor a un “biscotto” (pasteleo) que termine con el equipo de Cesare Prandelli camino de casa, mucho antes de lo deseado, pero Marchisio intentó tranquilizar a los más desconfiados.

“Croacia tiene un muy buen equipo, pero creo que España es la favorita de ese partido. Son claramente mejores, por mucho que los croatas tengan a (Luka) Modric en el centro del campo y delanteros de calidad”, estimó el volante de la Juventus de Turín.

A pesar de que la prensa italiana da por segura la victoria sobre los irlandeses, ya eliminados, Marchisio recordó que cualquier opción de clasificación pasa primero por sumar los tres puntos en Poznán contra el equipo que dirige un hombre que conocen bien, el técnico italiano Giovanni Trapattoni.

“Tenemos que intentar jugar como lo hicimos en la primera parte ante Croacia, esa fue la auténtica Italia. Debemos tratar de jugar así los noventa minutos, sin pensar en lo que pueda estar pasando en los otros partidos”, añadió.

Marchisio admitió que siente que el partido ante los croatas, donde el equipo fue ganando hasta el minuto 72, fue “una oportunidad perdida” y que un triunfo ahí hubiera cambiado sensiblemente la situación, dejando el camino hacia los cuartos muy allanado.

“Croacia estuvo luchando contra nuestro dominio en la primera parte, pero en la segunda fuimos nosotros los que estuvimos presionados”, admitió.

En caso de eliminación el lunes, Italia registraría su tercer fracaso consecutivo en una gran cita, tras quedar eliminada en la primera fase de la Copa de las Confederaciones de 2009 y el Mundial de 2010, en ambos casos en Sudáfrica.