El actor estadounidense Kevin Costner le ganó un juicio a su colega Stephen Baldwin por la propiedad de máquinas centrifugadoras creadas para limpiar derrames de petróleo.

Costner invirtió millones de dólares para desarrollar las máquinas en la década de 1990 después de filmar su post-apocalíptica película “Waterworld”. Pero el negocio nunca despegó, según documentos judiciales publicados el viernes.

Baldwin y un socio invirtieron entonces en una empresa creada a toda prisa para comercializar las máquinas después de que el 20 de abril de 2010 una explosión hundiera la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México, arrendada por el gigante petrolero BP.

La explosión provocó el peor derrame accidental de petróleo de la historia, pero BP no se interesó inicialmente en las máquinas.

Baldwin y su socio acordaron vender su participación en la compañía por desacuerdos varios.

Pero al día siguiente, BP formuló un pedido de 32 de las máquinas a un costo de 52 millones de dólares.

Baldwin y su socio pusieron el grito en el cielo, alegando que Costner y sus socios deliberadamente los dejaron de lado para que no se beneficiaran de las ganancias.

Un jurado federal no lo creyó así, al dictar sentencia a favor de Costner la noche del jueves.

“Tuve buena suerte de que vieran la verdad de esta historia”, dijo Costner a periodistas después del veredicto.

Baldwin, un cristiano devoto, expresó su decepción en un tweet: “Gracias a todos los hermanos y hermanas por las plegarias a Cristo, el amor y el apoyo. A lo largo de esta prueba he rezado por la salvación de Kevin y lo seguiré haciendo!”.

Las centrifugadoras nunca fueron usadas al final por BP, pero Costner sigue impulsando las mejores soluciones de limpieza en derrames de petróleo.