El presidente francés François Hollande recibe el viernes a su homólogo ruso Vladimir Putin para sentar las bases de la nueva relación franco-rusa y con la ambición de lograr influir en la posición mantenida hasta ahora por Moscú de respaldo al gobierno sirio.

Inicialmente, el primer encuentro entre los dos mandatarios debía realizarse en la cumbre del G8 hace diez días. Pero la cita quedó en suspenso dado que el presidente ruso no asistió a la misma, enviando en su representación al primer ministro y su predecesor en la jefatura de Estado Dmitri Medvedev.

Francia y Rusia reprogramaron rápidamente una nueva reunión, y Hollande y Putin tendrán su primer encuentro el viernes por la noche, en una cena organizada en el palacio presidencial francés del Elíseo.

Impuesto por la actualidad, el tema de Siria será central. François Hollande avanzó ya claramente el discurso que cuenta defender ante su invitado, que bloquea desde hace meses, junto con China, las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU relativas a Siria.

“Es él hasta ahora, junto con China, el que está más atrás con respecto a esas cuestiones de sanciones” a Siria, y “debemos convencerlo de que no es posible dejar al régimen de Bashar el Asad masacrar a su propio pueblo”, declaró Hollande el martes por la noche en una entrevista al canal de televisión estatal France 2.

Tras la indignación provocada en el mundo por la matanza perpetrada el viernes pasado en la ciudad siria de Hula (108 muertos, entre ellos 49 niños), Francia espera, al igual que Estados Unidos, convencer a Rusia de flexibilizar su posición.

Hollande evocó el martes por vez primera la hipótesis de una intervención militar extranjera en Siria, siempre y cuando se lleve adelante bajo un mandato explícito de la ONU.

No obstante, ya antes de la reunión bilateral, Rusia disipó las esperanzas francesas: el canciller Guennadi Gatilov consideró el miércoles “prematuro” el examen de cualquier “nueva medida” en el Consejo de Seguridad, y juzgó contraproducentes las expulsiones de diplomáticos sirios por países occidentales anunciadas la víspera.

Aparte de ese tema candente, la cena del viernes permitirá al nuevo presidente francés marcar el tono de la relación que desea con el jefe de Estado ruso. Una relación que espera sea “de confianza, equilibrada, franca y directa”, según sus colaboradores.