El Ejército colombiano desplegó este martes a 300 militares para contener los ataques de la guerrilla de las FARC en el suroeste del país, donde han muerto al menos siete soldados desde la semana pasada, informó la Fuerza Aérea en un comunicado.

Los uniformados fueron trasladados el martes a la ciudad de Popayán, capital del departamento de Cauca (suroeste) en la que el lunes se celebró un consejo de seguridad encabezado por el presidente Juan Manuel Santos.

Varias localidades de Cauca han sido escenario en los últimos días de ataques atribuidos a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, marxistas), como el lanzamiento de explosivos contra los puestos policial y militar del poblado de Caldono, perpetrado el lunes sin reportes de uniformados muertos.

En una agresión similar ocurrida el 20 de febrero murieron tres soldados en el poblado de El Palo (Cauca), mientras que cuatro más fallecieron durante combates sostenidos el pasado fin de semana con guerrilleros en el departamento de Putumayo (suroeste), vecino de Cauca.

“Para nadie es un secreto que la situación de seguridad del Cauca amerita toda la atención. Por eso estamos aquí”, declaró Santos al término del consejo.

Los ataques con explosivos más graves en lo que va de año se registraron contra comisarías de dos municipios del suroeste de Colombia: Villa Rica (Cauca) y Tumaco (Nariño).

En esos dos atentados, ocurridos a inicios de febrero, murieron al menos 15 personas y un centenar fueron heridas, la gran mayoría de ellas transeúntes.