La conferencia internacional “Amigos de Siria” pidió este viernes en Túnez el fin inmediato de la violencia y nuevas sanciones contra el régimen del presidente Bashar al Asad.

En una declaración final, el grupo de 60 países -con la ausencia de Rusia y China-, pidió al gobierno de Damasco un “cese inmediato de toda forma de violencia” para permitir el ingreso de ayuda humanitaria destinada a los civiles afectados por la violencia.

Los participantes se comprometieron a “tomar medidas para aplicar y reforzar las restricciones y sanciones sobre el régimen, como un claro mensaje para el régimen sirio de que no puede atacar a civiles impunemente”.

También reconocieron al principal grupo opositor, el Consejo Nacional Sirio (CNS) como “un legítimo representante de los sirios que buscan un cambio democrático pacífico”.

La declaración se limitó en cambio a “tomar nota del pedido de la Liga Árabe de que el Consejo de Seguridad de la ONU emita una resolución para formar una fuerza de paz conjunta árabe y Naciones Unidas (…) y decidió continuar las discusiones sobre las condiciones de despliegue de una fuerza tal”.