Unos 7,5 millones de jóvenes estadounidenses, o uno de cada 10 menores de 18 años, vive con un padre alcohólico según un estudio publicado el jueves, que afirma que éstos son más propensos a padecer depresión, tener bajo rendimiento escolar o sufrir abusos.

También tienen cuatro veces más probabilidades que otros jóvenes de volverse alcohólicos, indican los estudios realizados entre 2005 y 2010 para la agencia gubernamental contra la adicción (Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias, SAMHSA).

Alrededor de 1,4 millones de menores en Estados Unidos vive con uno solo de sus padres, que es alcohólico. En estos hogares monoparentales, 1,1 millones viven con su madre y 300.000 con su padre, indicó el estudio publicado en el marco de la campaña de prevención dedicada a los hijos de alcohólicos, que se celebra del 12 al 18 de febrero.

“Este inmenso problema de salud pública va más allá de estas cifras terribles, porque los estudios muestran que los hijos de alcohólicos no tratados tienen mayor probabilidad de desarrollar dependencia al alcohol”, dijo la jefa de la SAMHSA, Pamela Hyde, en un comunicado.