La ONG Activa presentó un estudio que muestra que más de la mitad de los presos extranjeros que cumplen penas en nuestro país, están recluídos por delitos relacionados con las drogas. Además, la directora de la ONG, Gloria Requena, hizo un llamado al Gobierno a terminar con la puerta giratoria y cumplir las promesas que hizo el Ejecutivo cuando se quemó la cárcel de San Miguel.

Si bien los presos extranjeros no superan el 5% del total de población penal en nuestro país, según el estudio siguen aumentando año a año y actualmente son cerca de 2600, y un 76% son hombres.

De acuerdo al estudio, un 48% de ellos son bolivianos, un 34% peruanos, y un 8% argentinos, y se concentran en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Metropolitana.

El estudio indica que los presos extranjeros están más vulnerables, pues reciben menos visitas que un preso común, no conocen las leyes y carecen de adecuada protección legal, y presentan bajos niveles educacionales, entre otros.

Además, el estudio arroja que un 70% de ellos han cometido delitos relacionados con el tráfico de drogas.

La directora de la ONG Activa, Gloria Requena, dijo que la reinserción y rehabilitación en las cárceles en general es débil, pues el presupuesto para este fin no supera el 3% del total de los fondos destinados a Gendarmería.

Requena hizo un llamado al Gobierno a cumplir con las promesas hechas el 8 de diciembre de 2010, fecha en que se incendió el penal de San Miguel. Según dijo, estos compromisos eran más cárceles, mejores condiciones y recursos para la reinserción y rehabilitación.

Otro dato relevante del estudio es que un 15% de los reclusos extranjeros en nuestro país cumplen pena sustitutiva a la multa, esto significa que no tuvieron recursos para pagar la multa que se les pidió por su delito y por ello terminaron presos en la cárcel, lo que revela la precariedad en que se encuentran en nuestro país.