El general retirado de derecha Otto Pérez asumió este sábado como nuevo presidente de Guatemala por un periodo de cuatro años, con el desafío de enfrentar la pobreza y el crimen organizado en uno de los países más violentos del mundo.

Pérez, un militar retirado de 61 años que sustituye al socialdemócrata Álvaro Colom, juró ante una decena de gobernantes y más de 5.000 invitados de unas 90 delegaciones internacionales y autoridades locales presentes en el acto solemne, en un polideportivo ubicado en el sur de la capital.

Al acto asisten los presidentes Felipe Calderón (México), Juan Manuel Santos (Colombia), Mauricio Funes (El Salvador), Porfirio Lobo (Honduras), Laura Chinchilla (Costa Rica) y Daniel Ortega (Nicaragua), así como el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.

El general retirado, quien ha prometido a los guatemaltecos aplicar mano dura contra el crimen, recibió la banda presidencial de manos del nuevo jefe del Congreso, Gudy Rivera, entre nutridos aplausos y al son de bandas militares.

Pérez asume el poder en medio de la expectativa de un país más preocupado por la inseguridad pública, con una tasa de 38 asesinatos por cada 100.000 habitantes -de las más altas del mundo-, que por la pobreza que agobia a la mitad de los 14,3 millones de guatemaltecos.

La investidura se vio conmocionada por el asesinato a tiros el viernes del diputado opositor Valentín Leal (derechista) y su hermano, en víspera de asumir su banca en el nuevo Congreso. Leal había sido reelecto en representación de Alta Verapaz, zona del norte controlada por el narcotráfico, próxima a México.

El nuevo presidente, un experto en contrainsurgencia que participó en la guerra civil (1960-1996) y vinculado por grupos humanitarios con violaciones a derechos humanos, deberá también enfrentar una alarmante impunidad judicial que, según la ONU, alcanza a un 98% de los casos en los tribunales.

Pérez gobernará con un Congreso dividido entre 13 fuerzas, entre las que su Partido Patriota (PP) contará con 58 de los 158 diputados, seguido de Unidad Nacional de la Esperanza (UNE, socialdemócrata), partido que abandona el gobierno y tendrá 48 bancas.