El escritor peruano Mario Vargas Llosa, premio nobel de literatura, fue investido este miércoles con un doctorado honoris causa de una universidad privada dominicana, que le rindió homenaje por sus vínculos con República Dominicana y sus aportes a las letras y la democracia.

La Universidad APEC “a llegado al convencimiento de que Mario Vargas Llosa es el modelo de ser humano que ella promueve, que ella quiere. Es eso lo que explica (…) otorgamiento de este reconocimiento supremo”, proclamó en la investidura el rector de la academia, Justo Pedro Castellanos.

“Tal es la honra que merecen los que aportan a la construcción de un mundo mejor”, agregó Castellanos en su discurso ante un Vargas Llosa que escuchaba sentado en un sillón en un majestuoso salón del Palacio de Bellas Artes de Santo Domingo.

“Haré todo lo posible para estar a la altura y no defraudarlos”, respondió en su discurso el laureado, vestido de la toga protocolar para estos actos y con un rostro que denunciaba cansancio.

El autor de “La ciudad y los perros” y “Conversación en La Catedral” (1969) recibió el premio Nobel 2010 de literatura, “por su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes de la resistencia individual, la revuelta y la derrota”, según declaró el comité.

En esa línea se inscribe La Fiesta del chivo, publicada en 2000, que describe los crímenes de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, 1930-1961. Esta obra le ha generado múltiples elogios y algunas críticas y testimonia su cercanía con el país caribeño, al que visita con frecuencia.

“Vargas Llosa nos ha regalado la puesta en el escenario universal, que es el que naturalmente ocupa y en el que cotidianamente se mueve, de un tema dominicano. Y todavía, si lo anterior fuera poco, nos ha regalado también su amistad”, dijo el rector de UNAPEC.

“Aquí he vivido una de las aventuras mas hermosas que me ha dado esta vocación, que es la de escribir historias…aquí escuché muchas anécdotas que fue de ese período tan terrible de 31 años que vivió la República Dominicana, el período de una dictadura cruel, implacable”, comentó Vargas Llosa.