Luego de que la ciudadanía se preocupara del estado de salud de un cisne solitario, abandonado a su suerte en una laguna de Hualpén, y de que éste permaneciera interno en dependencias del Hospital Clínico Veterinario (HCV) de la U. San Sebastián, este miércoles dicha ave fue liberada en un operativo conjunto entre el Servicio Agrícola Ganadero, SAG, CAP Acero y la institución universitaria.

El animal fue trasladado por personal de SAG, representado por su director regional, Leonidas Valdivieso Sotomayor, y médicos veterinarios de la USS, a una laguna interior de los terrenos de la Siderúrgica Huachipato, sector protegido, cuya preservación dio origen a un acuerdo de cooperación estipulado por las entidades antes descritas, junto al Comité Nacional de la Flora y Fauna, Codeff. También acompañaron alumnas del plantel.

El directivo del SAG valoró la preocupación de la comunidad y llamó a la ciudadanía a contribuir en la protección de las especies de fauna silvestre. Instó a dar aviso, y entregar al SAG, los ejemplares heridos o fuera de hábitat que pudiesen hallar, para así trasladarlo a un centro de recuperación o bien liberarlo en su hábitat.

Vale consignar que CAP Acero destinó un ecosistema de 65 hectáreas de lagunas y humedales del recinto de la siderúrgica, para el resguardo y conservación de la vida silvestre. En este lugar este joven cisne podrá terminar de recuperarse de las lesiones que lo aquejaban y reinsertarse a su hábitat.

Historia

El cisne, hembra, permaneció junto a una parvada en la laguna, hasta que todos emigraron, quedando solo. Vecinos del sector se preocuparon por el estado del animal, razón por la que intervino el SAG, siendo internado el 13 de diciembre pasado en el HCV de la USS. “Llegó con osteomielitis en su ala izquierda, amputada de manera natural, aunque al hacerle radiografías advertimos que tenía perdigones en su cuerpo. Creemos que le dispararon, ello provocó su caída y, como consecuencia de ésta, el ave se fracturó”, cuenta Migue Ángel Mansilla, uno de los médicos del Hospital Clínico Veterinario.

“Se le realizó una limpieza del ala; le suministramos antibióticos, analgésicos, antinflamatorios, y le dimos una alimentación consistente en lechuga, como base, junto a un concentrado híper proteico, para patos. Normalmente los cisnes se alimentan de un alga llamada luchecillo, pero éste no es de fácil disposición”, cuenta Mansilla. Gracias a esta dieta, la hembra subió de los dos kilos 800 iniciales a cuatro kilos.

“El reposo lo efectuó en la piscina del Hospital, para evitar atrofia de sus músculos. Esta ave nunca podrá volver a volar, pero puede nadar y sobrevivir, si el medioambiente en el que se desenvuelve es apto para su supervivencia. Creemos que la laguna de Huachipato es un lugar ideal para aportarle dichas condiciones”, puntualiza Mansilla.