La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que su gobierno “no descansará” hasta que consiga sacar a 16 millones de personas de la pobreza extrema, uno de los grandes compromisos de la mandataria que asumió el 1 de enero de 2010.
“No descansaremos hasta que alcancemos nuestra meta de sacar a 16 millones de personas de la miseria”, aseguró Rousseff en su último programa de radio semanal del año, difundido este lunes.
La presidenta lanzó en junio el programa “Brasil sin Miseria”.
En estos seis meses, el gobierno consiguió que 400.000 de las 800.000 familias que tienen derecho a recibir subsidios y a los cuales el Estado no había llegado hasta ahora accedieran a estas ayudas.
El gobierno aumentó además los subsidios, especialmente para familias con más hijos, así como para mujeres embarazadas y en período de lactancia.
“Estamos en el camino correcto” para erradicar la pobreza, dijo Rousseff.
Con los programas sociales y el crecimiento económico, durante el gobierno del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2002-2010) unos 28 millones de brasileños dejaron de ser pobres. Rousseff se impuso como objetivo erradicar la pobreza extrema en este país de 190 millones de habitantes.
Trece millones de familias reciben los subsidios del principal programa social, Bolsa Familia. El máximo que una familia puede recibir asciende a unos 130 dólares (242 reales) por mes, y el promedio es de unos 62 dólares (115 reales).