Ejército sirio y desertores libraron sangrientos enfrentamientos este domingo en el centro y el noroeste de Siria, escenario de una revuelta reprimida cruentamente desde hace nueve meses, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
En la provincia de Idleb (noroeste), cinco civiles murieron al ser alcanzados por disparos en las localidades de Kfar Nabl, Saraqueb y Jabal al Zauia, y continuaron los enfrentamientos entre soldados y desertores por segundo día consecutivo en varios pueblos y ciudades de esta región próxima a la frontera turca, según el OSDH, cuya sede se encuentra en Londres.
En Quseir, en la región de Homs (centro), un bombardeo con ametralladoras pesadas destruyó parcialmente varias casas y se registraron choques entre soldados y desertores, añadió la fuente.
Al menos seis soldados, incluido un oficial, resultaron muertos y tres vehículos blindados quedaron destruidos, afirmó el OSDH, que añadió que los desertores detuvieron a dos oficiales.
La huelga general convocada hace una semana por los militantes prodemocráticos sigue teniendo seguimiento.
Según el OSDH, las comunicaciones telefónicas y de internet estaban cortadas en Maaret al Noman, y también la electricidad durante doce horas diarias. La huelga está siendo “ampliamente seguida en la mayoría de las localidades y pueblos de la provincia de Deraa” (sur).
En esta misma provincia, “las fuerzas armadas comenzaron a levantar las barricadas colocadas por los habitantes” en Tafas, según la misma fuente.
Los activistas prodemocráticos lanzaron un movimiento de desobediencia civil iniciado con una huelga general el 11 de diciembre. Llamaron a los sirios a “cerrar sus comercios, y sus teléfonos móviles y a bloquear las carreteras”, para acentuar la presión sobre el régimen.