Este lunes se encontró el cuerpo del joven desaparecido en las cercanías de la Caleta Tumbes en Talcahuano. Tras dos semanas de búsqueda, fue su propio tío quien lo divisó.

Fueron días dificiles. Aunque reconocen el vacío que dejó la partida de Mario, sus familiares admiten que el hallazgo de su cuerpo les devuelve algo de calma.

Desde el primer día en que se inició la búsqueda de Mario Parra de 24 años, desaparecido el 2 de noviembre, su tío José Zambrano estuvo colaborando. Iban juntos en la embarcación que volcó en el sector de Punta Traiguén.

Precisamente en las cercanías de ese lugar, fue él quien avistó el cuerpo de su sobrino.

Pese a que la familia criticó en algún momento la labor de los equipos de búsqueda, hoy agradecen el apoyo humano que recibieron.

Fueron las patrullas de la Capitanía de Puerto de Talcahuano quienes llegaron a rescatar el cuerpo. Luego de algunos peritajes, confirmaron que se trataba de Mario según explicó el Teniente Raul Ceballos.

El joven pescador dejó a dos hijos de 3 y 4 años. Su historia y lamentable desenlace, se suma a la que vivieron otros integrantes de su familia que desaparecieron en condiciones similares, aunque sus cuerpos nunca fueron encontrados.