Para nadie es desconocido los problemas que deben afrontar los deportistas nacionales para desarrollar sus respectivas disciplinas y poder participar en campeonatos por el mundo.

Poco financiamiento y falta de material adecuado para entrenar son la tónica de cientos de chilenos que, a pesar de las dificultas, se enorgullecen por representar a su país en distintas latitudes del orbe.

Uno de esos casos es el de Odette Palma, especialista en el lanzamiento de martillo, y que en los Juegos Panamericanos de Guadalajara terminó séptima en la final.

Tras la competencia, Palma fue clara al mencionar la rabia e impotencia que siente por el poco apoyo económico recibido, sin embargo, este miércoles más detalles salieron a la luz de las complicaciones para mantenerse en ritmo de competencia.

En declaraciones que recoge el portal mexicano Terra, Odette Palma menciona que su lugar de entrenamiento en Santiago es al lado de un basural. “Allá en el Estadio Nacional, al lado del basurero, ahí hay un foso, pero no es oficial”. Un lugar peligroso tanto por posibles infecciones como por la presencia de menores drogándose en las cercanías, según declaraciones de la misma Palma.

Pero eso no es todo. Odette Palma también denunció las precarias condiciones de sus zapatillas, implemento básico para desarrollar una buena ejecución en el lanzamiento.

Con la base delantera, lugar donde carga el peso al momento de girar, completamente gastada, compitió de igual forma y se alzó con un séptimo lugar, ante rivales acostumbradas a participar de importantes competencias en el mundo.

¿La razón para competir con esas zapatillas?… una descordinación en Chile que le impidieron competir con unas nuevas, “Mis zapatillas tenían problemas y por una descoordinación en Chile no me llegaron unas nuevas”. Además, aprovechó para mencionar que sólo contaba con un martillo para entrenar.