Los ariqueños aseguraron que la sustancia que se echó en cincuenta hectáreas del sector contaminado con polimetales para evitar que el arsénico y plomo estén en suspensión, no sirvió de nada.

Esto porque según los lugareños la lluvia y los camiones levantaron el producto, que además tenía mal olor, lo que le causó fuertes dolores de cabeza a los habitantes de la zona.

La dirigenta vecinal Patricia Solano, aseguró que incluso el Presidente de la República, Sebastián Piñera, cuando visitó Arica se dio cuenta de lo ineficiente de la medida de mitigación aplicada por la Intendencia regional.

En total en esta localidad viven veinte mil personas.