Pegó un grito, alzó los brazos, miró a su entrenador, Horacio de la Peña; posó los ojos sobre su madre Karen y toda su familia, muchos radicados en Estados Unidos, otros en Canadá y unos cuantos que llegaron desde Chile para verlo jugar el US Open junior.

Matías Sborowitz, 15to cabeza de serie del cuadro principal de juveniles del Abierto de Tenis de los Estados Unidos logró su primera victoria en un torneo de este nivel (había perdido la primera ronda de Roland Garros y de Wimbledon este año) y a sabiendas que esta era su última oportunidad para lograr arribar a una segunda ronda, porque desde enero del 2012 ya será profesional, se jugó con alma y vida su opción de pasar una ronda venciendo al mexicano Marco Aurie Nunez por 3-6; 6-3 y 7-6 en un match durísimo que se jugó a pocos metros del court 17, aquel que vio en 1993 a Marcelo Ríos campeón.

Sborowitz, quien el pasado 9 de julio cumplió los 18 años, llegó a Nueva York encabezando un trío de tenistas chilenos clasificados directamente al cuadro principal de la rama juvenil del Abierto, compuesto además por Benjamín Ugarte y Gonzalo Lama.

Ugarte no tuvo muchas opciones, cayó ante el norteamericano Bjorn Frantángelo (3), campeón junior del Abierto de Francia por -61 y 6-3 mientras que Lama estará jugando ante el local Michael Redlicki.

Ellos tres conforman la punta de lanza que pretende abrir el camino para el relevo del tenis chileno. Sborowitz ha estado dado los pasos correctos, contando con un equipo multidisciplinario que lo acompaña desde hace 3 años. Claro, el esfuerzo es de sus padres, a un altísimo costo (se calcula que cada uno de los dos últimos años significó una inversión total de 200 mil dólares) que generó en Matías una sola obligación: meterse de lleno en lo suyo, trabajar, entrenar y jugar en las diferentes competencias que su nivel le permite.

“Yo estoy agradecido por el esfuerzo de mis padres. Y por el trabajo que ha hecho Horacio de la Peña conmigo. Este triunfo, que es apenas un escalón al menos me permite tomar confianza, y tratar de terminar el último año como juvenil con la mejor opción…”, dijo el tenista.

Sborowitz agregó que fue un partido durísimo, ya que el mexicano atacó siempre, servía y se iba a la red, cuestión que incomodó al tenista nacional.

“Sí, me sorprendió. No le pude tomar la mano en el primer set…Pero después le comencé a bajar la pelota y no lo dejé volear cómodo, además arriesgué más con golpes planos, profundos”, aseveró.

El deportista afirmó que es este fue un buen paso, ya que siempre es positivo debutar en un evento de esta magnitud con un triunfo.

“Fue mi primera vez… estoy muy contento. Sentí apoyo de toda la gente que me vino a ver y ello fue como un aliciente más. Hacía mucho calor, estábamos los dos cansados pero en el tie break del tercero lo presioné mucho más y él sintió la presión, hizo dos dobles faltas”, afirmó.

Sborowitz se ganó su merecido descanso. El martes volverá a jugar frente a un joven serbio, con tantas ganas y aspiraciones como él… Es el mundo de los juveniles, el mundo de los que saben que a la vuelta de la esquina está la oportunidad para el gran paso al profesionalismo. Sborowitz se ha juramentado aprovecharla…