Durante los últimos meses, hemos presenciado una serie de desaciertos y desatinos de las autoridades, incapaces de comprender cómo se gesta el descontento de la sociedad y, menos aún, de ofrecer una solución.

Desde la insólita protesta del ex suboficial Ripetti hasta la ignorancia de algunos representantes del gobierno que desconocen la propia historia de su país, da la impresión de que nuestras autoridades se encuentran cada vez más extraviadas en la forma de dar una salida a la necesidad, angustia y exasperación propias de un sistema que lleva a un inevitable estallido social.

La violencia no es la solución, sino el síntoma que no se debe dejar de atender.

Escucha la crónica producida y conducida por Ruperto Concha.