El presidente estadounidense Barack Obama y el rey Abdalá de Arabia Saudita exigieron este sábado que la violencia cese “inmediatamente” en Siria, según informó la Casa Blanca en un comunicado.

Ambos dirigentes, que se comunicaron telefónicamente “para tratar cuestiones regionales y sobre la situación en Siria”, expresaron “su profunda preocupación compartida sobre el tema del uso de la violencia por el gobierno sirio contra sus ciudadanos”.

Ellos “estuvieron de acuerdo sobre el hecho que la brutal campaña de violencia del regimen sirio contra su pueblo debe cesar inmediatamente, y acordaron continuar sus estrechas consultas sobre la situación en los próximos días”, señala el texto de la Casa Blanca.

Obama “también reiteró el compromiso a largo plazo de Estados Unidos por la paz y la seguridad en la región”.

Dos civiles más fueron muertos este sábado por disparos de las fuerzas de seguridad sirias en la ciudad costera de Lattaquié (noroeste), donde el ejército desplazó blindados un día después de producirse manifestaciones masivas contra el regimen cuya represión dejó 20 muertos en todo el país.

Responsables estadounidenses dijeron el jueves que Washington apelaría explícitamente al presidente sirio Bachar al Asad a dejar el poder, una posición que nunca había asumido, al contrario de lo que hizo en repetidas ocasiones en ese sentido con el dirigente libio Muamar Gadafi.

El Consejo de seguridad de la ONU tendrá una reunión especial el jueves 18 de agosto dedicada a los derechos humanos y a la urgencia humanitaria en Siria.