Brasil instalará su segunda base científica en la Antártida y su primer centro en el interior de ese continente, informó el coordinador del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología (INCT) de la Criósfera, Jefferson Simoes, al diario O Estado de Sao Paulo de este martes.

El módulo Criósfera 1, que no será habitado, se instalará a 500 km del Polo Sur, a 84º latitud sur, para recoger información sobre temperatura, vientos, radiación solar y humedad, precisó.

“Podremos analizar la historia climática de los últimos 500 años”, explicó Simoes, al destacar que “existen muchas estaciones en la costa de la Antártida, pero en el interior son pocas”.

El nuevo módulo, fabricado en Suecia con un costo de 120.000 dólares, debe ser instalado en diciembre.

Actualmente Brasil mantiene su base científica habitada Comandante Ferraz, en la isla Rey Jorge.

“La estación actual es muy importante, principalmente en las áreas relacionadas a las biociencias. Existe mucho trabajo para los biólogos en la costa, en el Mar Austral”, explicó Simoes.

“Ya en el interior de la Antártida es un gran desierto. (…) Las condiciones (climáticas) son bastante más difíciles”, agregó sobre el territorio polar que tiene una superficie de 14 millones de km2.

Una treintena de países poseen bases científicas en la Antártida.