En España el uso de la corbata mantiene a los parlamentarios en una inusual discusión. Esta semana el ministro de Industria de ese país, Miguel Sebastián, llegó a la Cámara sin corbata, para explicar que conviene bajar la potencia del aire acondicionado en edificios públicos y empresas para ahorrar energía.

El presidente del Congreso, José Bono, reprendió al secretario de Estado, pero la polémica no se quedó ahí. Al día siguiente, varios diputados empatizaron con Sebastián y asistieron a la sesión sin el “complemento al cuello”, como menciona el diario La Vanguardia.

En su cruzada, Sebastián se inspiró en el ex presidente japonés, Junichiro Koizumi, quien en el 2005 dejó de usar corbata con la idea de impulsar el consumo energético responsable.

Al respecto, el Director de Protocolo del Senado, Guillermo Miranda, dijo que todos los senadores usan corbata no por una normativa que lo exija, sino por protocolo. Comentó que incluso nunca se sacan la chaqueta y contó detalles de una anécdota que protagonizó Gabriel Valdés (DC), el llamado “Duque”, por su estricto apego a la formalidad.

Tal parece que en la Cámara de Diputados el relajo es mayor. Tanto el diputado Patricio Vallespín (DC) y René Alinco (PRO) no usan corbata jamás, incluso el primero impuso el cuello mao.

Sin embargo, el Presidente del Senado, Guido Girardi, no se queda atrás y hasta hoy es famoso por utilizar calcetines de colores hasta en las ceremonias más importantes.

De todo ello conversó Dániza Tomicic con el Director de Protocolo del Senado: