El lento avance de la reconstrucción en Tirúa, llevó a sus habitantes a protestar con una toma de la FAO en Santiago. El Intendente del Bío-Bío, reconoció que la comuna se constituye en el lugar más complicado de la región, en términos legales, para conseguir la reconstrucción.

Unos 50 habitantes de la comuna de Tirúa, llegaron hasta la sede de la FAO ubicada en Vitacura, donde se tomaron las dependencias.

Con la intervención buscan soluciones a lo que ellos califican como nulos avances en la reconstrucción, junto a desfavorables condiciones de vivienda, salud y educación que se vieron acrecentadas por el terremoto y tsunami del 27 de febrero del año pasado.

Por todo esto, exigen que se establezcan mesas de trabajos con los ministros de Vivienda, Salud y Educación.

David Navarro, vocero del movimiento, contradijo al intendente del Bío-Bío y aseguró que los manifestantes sí son de Tirúa y sienten el racismo de parte del Gobierno.

Víctor Lobos, intendente del Bío-Bío, reconoció que la comuna presenta el problema más complicado en términos legales para iniciar su reconstrucción, porque la mayoría de los terrenos ocupados previos al terremoto están en zona inundable y los que deberán adquirir actualmente pertenecen a comunidades indígenas con las que se está negociando.

El vocero de los damnificados de Tirúa expresó que el único edificio reconstruido en esa zona es la Comisaría, mientras la construcción del Centro de Salud Familiar permanece detenida por 1 año y medio.