La lluvia y el viento que azotaron a la Región del Bío-Bío volvió a complicar a los 77 campamentos que dejó el terremoto y tsunami en la zona. La humedad y las filtraciones en las mediaguas son una constante, mientras los cortes de energía eléctrica en particular afectaron a Chiguayante y Hualqui.

A esta hora sale el sol y también un nuevo respiro para los habitantes de los campamentos de la zona. Ellos en particular son los más afectados con cada sistema frontal que llega a la zona y da la bienvenida al invierno. Y es que así se da paso a la humedad que afecta a los niños, las goteras y voladuras de techumbres.

Por superado se dio también un corte de energía eléctrica que afectó a las comunas de Chiguayante y Hualqui.

Alejandro Reyes, Gobernador de Concepción, aseguró que la coordinación de emergencia dio paso para que cada comuna pudiera soportar el frente y atender los requerimientos de los damnificados.

En el campamento El Morro de Talcahuano la organización de los afectados es tal, que cada vez que azota la lluvia el impacto es menor. Y es que creen que pasarán varios años en este campamento por eso han arreglado sus viviendas de emergencia, según lo comentó Alfonso Alvear, dirigente local.

En el puerto aún quedan energías para celebrar y agradecer al mar. Luis Solar, dirigente de los pescadores artesanales de El Morro, si bien no vive en mediagua logró reparar su casa y quedarse en la misma caleta que arrasó el tsunami, confía que si el mar les dio una vez y luego les quitó, volverá a ser generoso con ellos.

Pese al temporal, con una misa dedicada al patrono de los pescadores San Pedro, guardan la esperanza de algún día volver a habitar una casa sin estas condiciones, denigrantes y dasalentadoras.