El Fondo Monetario Internacional explicó este miércoles porqué es menos optimista que Washington sobre la economía estadounidense y lo exhortó a enfrentar seriamente el déficit presupuetario.

En las conclusiones preliminares de su análisis anual de la economía estadounidense, el Fondo desmiente la idea de que el crecimiento se va a acelerar en el segundo semestre.

“Prevemos que el crecimiento seguirá siendo relativamente modesto, ya que la demanda privada se recuperará lentamente y se retirará el apoyo de la política presupuestaria”, escriben los economistas del FMI.

El FMI confirmó su previsión de alza de 2,5% para 2011, adelantada el 17 de junio en sus previsiones mundiales, contra una estimación de crecimiento de 3% realizada en enero y de 2,8% en abril pasado.

Además, “el desempleo se reducirá lentamente”, la continuación del desendeudamiento de las familias “pesará sobre el consumo privado en los próximos años”, pese a que la inversión volverá “a niveles más normales” y las exportaciones estarán sostenidas por “la reciente depreciación del dólar”, señala el documento.

El crecimiento en Estados Unidos retrocedió a 1,9% en cifras anualizadas en el primer semestre y según la gran mayoría de los economistas, debería situarse en torno a 2% en el segundo.

El secretario del Tesoro Timothy Geithner había estimado la semana pasada, sin dar cifras precisas, que el crecimiento en el segundo semestre superaría el “2%” del primero. La Reserva Federal estadounidense sitúa entre 2,7% y 2,9% el crecimiento económico en el cuarto trimestre en cifras anualizadas.

El FMI indicó que no comparte este última previsión.

“Prevemos un segundo semestre más dinámico que el primero, dijo en conferencia de prensa el director para América del FMI, Nicolas Eyzaguirre.

“Pero de todos modos lo que se necesitaría para alcanzar 2,8% estaría algo por encima de lo que prevemos. Fundamentalmente, no vemos la reactivación de la demanda privada interna tan dinámica como en esta proyección”, explicó.

El Fondo tiene el hábito de atenuar el optimismo de las proyecciones económicas del gobierno estadounidense. Un año atrás, había estimado que el proyecto de presupuesto estaba basado en hipótesis de crecimiento demasiado entusiastas. De hecho, el crecimiento en 2010 había sido todavía más bajo que lo estimado por el FMI y el gobierno.

La institución multilateral afirma que “el principal desafío para la política económica es lograr un equilibrio importante y durable del presupuesto, actuando de tal forma que la recuperación, que continúa siendo frágil, se mantenga”.

En consecuencia, el Fondo advierte que “la dinámica de la deuda no es viable y la pérdida de credibilidad presupuestaria de Estados Unidos sería extremadamente dañina”.

Las repercusiones de ello transcenderían a la primera economía mundial, subraya el FMI: “el riesgo lejano de una rebaja de la nota de la deuda de Estados Unidos y de un salto súbito de las tasas de interés sobre la deuda del Estado Federal en general, podrían provocar nuevas turbulencias en los mercados financieros mundiales”.