La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) cuenta con un protocolo para la verificación del sexo de las participantes en el Mundial femenino (26 junio-17 julio), con el objetivo de evitar polémicas como la de la atleta sudafricana Caster Semenya en 2009.

En el Mundial de atletismo de Berlín, la mediofondista sudafricana, campeona en los 800 metros, se vio inmersa en una gran polémica por su fisionomía masculina y las dudas sobre su sexo, lo que motivo incluso una investigación de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).

Para evitar problemas similares, la FIFA cuenta con un Reglamento para la Verificación de la Identidad Sexual, aprobado por el Comité Ejecutivo del organismo en una reunión el 30 de mayo de este año, a menos de un mes del inicio del Mundial femenino de Alemania.

“El sexo y la identidad sexual son resultado de un proceso de desarrollo físico y psicológico complejo, hasta el punto de que la diferenciación aparentemente clara entre hombres y mujeres puede resultar difícil en ciertas situaciones”, comentó la FIFA en su página web.

La nueva normativa no se circunscribe únicamente al Mundial femenino, sino que se aplicará “con efectos inmediatos” a todas las competiciones FIFA, con el objetivo de que “el cartel de participantes sea totalmente parejo e igualitario”.

El protocolo establece unos niveles de andrógenos (hormonas sexuales masculinas), que pueden intensificar la fuerza física y la velocidad. Las asociaciones miembros y los cuerpos médicos de los equipos tendrán la responsabilidad de certificar el sexo de los jugadores y jugadoras.

La FIFA precisó en su presentación del nuevo reglamento, elaborado por su Comisión de Medicina, que el objetivo no es meramente de control, sino también para “proteger la dignidad y la intimidad de las personas” en ciertas situaciones.

Tendrán derecho a solicitar trámites para la verificación del sexo al jugador o jugadora en cuestión, una asociación miembro o los responsables médicos de la FIFA. Para solicitar el análisis de un caso concreto habrá que aportar pruebas o justificaciones para reforzar la petición.

El caso de dudas sobre el sexo de un deportista que ha provocado un mayor revuelo mediático en los últimos años fue el de la atleta sudafricana Semenya, en el Mundial de Berlín de hace dos años.

Su medalla de oro se mantuvo tras una investigación interna y secreta de la IAAF, pero la atleta estuvo sin competir casi un año.

En el fútbol también ha habido casos de polémicas y dudas sobre el sexo de una jugadora por sus condiciones físicas aparentemente masculinas, como ocurrió recientemente con las hermanas Salimata y Bilguisa Simpore, internacionales con Guinea Ecuatorial en la Copa de África femenina.

Ghana y Camerún dudaron públicamente sobre su sexo.

Las dos Simpore no forman parte de la lista de 23 jugadoras seleccionadas por el italiano Marcelo Frigerio para el Mundial de Alemania-2011.