La Liga española fue este año, como lo fue el pasado, otro duelo entre el campeón, Barcelona, y el subcampeón, el Real Madrid, alejados del resto de competidores, que tuvieron que conformarse, prácticamente desde el inicio con luchar por los puestos europeos.

Barça y Real Madrid, que ya habían batido récords de puntos la temporada pasada, han vuelto este año a superar los noventa puntos (96 y 92 respectivamente), colocándose lejos del tercero, el Valencia con sus 71 unidades.

“Creo que hemos dado una lección, tras un año en el que nos hicieron falta 99 puntos para ser campeones”, dijo el técnico del Barcelona, Josep Guardiola, al ganar la Liga el pasado 11 de mayo ante el Levante (1-1) a falta de tres jornadas para el final del campeonato, en referencia al récord de puntos que necesitaron el pasado año para imponerse al Real Madrid.

“Tiene mucho de mérito competir contra el equipo más poderoso del planeta y ganar tres jornadas antes”, insistió ‘Pep’.

“Felicito al Barcelona y les doy mi enhorabuena, ya que han hecho un campeonato muy serio y muy bueno”, aseguró el portero y capitán del Madrid, Iker Casillas, después que el Barcelona se proclamara campeón de Liga.

El Barcelona, que sólo perdió dos partidos de 38 jugados, volvió a demostrar su superioridad de juego, con el delantero argentino Leo Messi y sus 31 goles, frente a un Real Madrid, que tras caer 5-0 en Barcelona el 28 de noviembre en la 13ª jornada de la Liga, sólo fue capaz de imponerse a los azulgrana en la final de la Copa del Rey (1-0).

Aquella goleada marcó el despegue del Barça, que arrebató el liderato liguero a los blancos para no volver a abandonarlo en el resto de la temporada, agrandando la brecha hasta llegar a ocho puntos, que la racha goleadora de Cristiano Ronaldo en los últimos partidos logró reducir hasta los cuatro puntos al final de este campeonato.

El delantero luso del Real Madrid, convertido en mejor goleador de la Liga con 41 goles, diez más que Messi, ha marcado 11 tantos en los últimos cuatro partidos de Liga y fue el autor del gol de la victoria en la final de la Copa del Rey.

Los dos titanes de la Liga española, que abrirán la próxima temporada con su enfrentamiento en verano en la Supercopa de España, el primer título de la nueva campaña, regalaron a sus aficiones no sólo dos partidos de Liga, sino una final de la Copa del Rey y las semifinales de la Liga de Campeones, en los que el Barça sólo quedo por debajo en la final copera.

Lejos, por detrás, se situaron el resto de equipos, con el Valencia en el tercer lugar, repitiendo el mismo puesto que ocupó el pasado año tras una pugna con Villarreal (4º),

“Va ser difícil superar al Barcelona y al Real Madrid, pero hay que tener ilusión en conseguirlo”, afirmó el entrenador del Valencia, Unai Emery, evidenciando la supremacía de los dos grandes clubes, españoles, dejando al resto solamente la lucha por Europa.

“Todo lo que no sea estar en Europa sería un desastre deportivo”, afirmaba el presidente sevillista, José María del Nido, a falta de tres jornadas para el final, tras perder 6-2 con el Real Madrid, cuando el Sevilla estaba en sexta posición y con posibilidades de quedarse fuera de los puestos continentales, aunque finalmente logró quedarse en la Europa League.

Con una lucha en cabeza descafeinada, la emoción en la Liga 2010-2011 la puso la lucha por evitar el descenso, donde, tras verse sentenciados Almería y Hércules, el tercer condenado, el Deportivo de La Coruña, se decidió este sábado en la última jornada de la temporada, en la que hasta seis equipos sufrieron para evitar jugar la próxima temporada en la División de Plata.