El fabricante taiwanés de componentes electrónicos Foxconn planea invertir 12.000 millones de dólares en Brasil en los próximos cinco años en la construcción de una ‘ciudad inteligente’ que daría empleo a 100.000 personas, dijo el jueves el ministro brasileño de Ciencia y Tecnología, Aloizio Mercadante.

De los 100.000 trabajadores, 20.000 serían ingenieros y 15.000 técnicos especializados, según el proyecto presentado el martes, precisó Mercadante, que forma parte de la comitiva de la presidenta Dilma Rousseff en China.

La implantación se realizaría en dos fases: 2011-2013, en la que se empezarán a producir componentes para teléonos móviles, notebooks, tabletas y pantallas de escritorio, y 2014-2016, para producir televisores de alta definición.

En Brasil se harán los “componentes críticos, estructuras y complementos, ensamblaje y terminación del producto”, dijo el ministro.

Foxconn, primer fabricante mundial de componentes para ordenadores que abastece a empresas como Apple, Sony, Cisco o Nokia, está implantado desde 2003 en Brasil, donde cuenta con cinco plantas.

Aunque todavía se desconoce el lugar donde se montaría esta nueva planta, el ministro aseguró que tiene que ser un lugar donde haya banda ancha, energía, puertos y buenas carreteras para la importación de insumos y exportación de productos terminados.

Mercadante prevé asimismo que la ‘ciudad inteligente’ genere nuevos negocios en áreas como la energía fotovoltaica.

Los ingenieros contratados en Brasil pasarían un año en China para formarse en las plantas de la empresa en el gigante asiático, agregó.

Las fábricas de Foxconn en China fueron escenario el año pasado de importantes movimientos de protesta social tras el la muerte, por presuntos suicidios, de 13 personas, según medios chinos.

La empresa aceptó luego otorgar un aumento de salarios de cerca del 70% en sus fábricas en China.

Primer exportador de China con una facturación de 100.000 millones de dólares el pasado año, el grupo taiwanés emplea a cerca de un millón de trabajadores, la mitad de ellos en Shenzhen (sur), fronteriza con Hong Kong.

En marzo, Foxconn anunció su proyecto de transformar sus fábricas de Shenzhen en centros de desarrollo, reubicando unos 200.000 empleos en el interior del país, donde los salarios son más bajos.