Ex autoridades del Gobierno de Michelle Bachelet recalcaron que los hechos dejaron en evidencia lo equivocado que estaba Estados Unidos al manifestar aprensiones políticas frente a su mandato.

Moderada, pero socialista en el fondo, es la descripción que dio de la ex presidenta, Michelle Bachelet, el embajador de Estados Unidos en Santiago a fines del año 2006, según un cable revelado por WikiLeaks.

Según el documento, en el 2008 había una percepción de falta de autoridad de la ex mandataria para definir la agenda de Chile, y su sector político estaba dividido porque Bachelet era incapaz de producir consenso en su coalición.

Dichos que a juicio del subsecretario del Interior de esa época y actual diputado del Partido Por la Democracia, Felipe Harboe, fueron desmentidos en la práctica, ya que Bachelet salió de La Moneda con una alta aprobación.

Opinión con la que coincidió la ministra de Planificación de ese período, Paula Quintana, quien recalcó que todos los avances legislativos que hubo en el Gobierno de Bachelet, se explican por los grandes acuerdos que logró formar.

La filtración de WikiLeaks asegura que cuando Chile se abstuvo de votar por Venezuela como miembro del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, sólo lo hizo por el costo político que implicaba apoyarla y no porque realmente quisiera hacerlo.