El gobierno estadounidense volvió a enfriar este miércoles las posibilidades de una aprobación a corto plazo de los TLC con Colombia y Panamá, a causa de problemas pendientes en derechos laborales y humanos.

“Subsisten serios problemas que deben ser resueltos antes de que los acuerdos con Colombia y Panamá puedan ser sometidos a consideración del Congreso”, explicó el Representante de Comercio, Ron Kirk.

“Algunos de esos problemas conciernen a valores e intereses básicos para Estados Unidos, como la protección de los derechos laborales”, explicó Kirk ante la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.

“Cualquier calendario estará supeditado a la resolución exitosa de esos temas”, explicó.

Kirk aseguró que el presidente Barack Obama le dio instrucciones para que avancen las negociaciones este año, para una eventual aprobación “inmediatamente después”, pero interrogado por los legisladores no quiso dar más detalles.

El TLC con Colombia fue firmado en noviembre de 2006 y el de Panamá en junio del año siguiente. Ambos gobiernos latinoamericanos aseguran que no han recibido en los dos años de presidencia de Barack Obama indicaciones claras de las mejoras o cambios que deben introducir.

Panamá, que hasta hace poco era considerado un paraíso fiscal por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), firmó a fines del año pasado un acuerdo sobre intercambio de información fiscal con Washington.

“¿Qué les queda por hacer a los panameños?”, preguntó el jefe del comité de Medios y Arbitrios, Dave Camp.

“Aún quedan un par de preocupaciones sobre ciertos cambios recientes de sus leyes laborales”, explicó Kirk.

El canciller panameño, Juan Carlos Varela, llegó durante la jornada a Washington para mantener reuniones este jueves con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y con el propio Kirk.

Estados Unidos cerró en diciembre la negociación para un TLC con Corea del Sur, que el gobierno someterá al Congreso en las próximas semanas, pero los republicanos han hecho de los TLC con Colombia y Panamá su campo de batalla con el inicio del período legislativo en enero.

“El tiempo de las generalidades ya pasó. Necesitamos un plan de acción”, exigió Camp.

Los demócratas, que perdieron la mayoría en la Cámara de Representantes pero dominan el Senado, recordaron que la violencia contra los sindicalistas en Colombia “continúa siendo inaceptablemente alta, si no la más alta del mundo”, en palabras del representante Sander Levin.

Colombia es considerado por organizaciones como Human Rights Watch el país con el mayor número de asesinatos de sindicalistas en el mundo, con 47 en 2009 y 36 de enero a setiembre de 2010.

“A menudo es más fácil presentar viejos argumentos basados en el pasado de Colombia, pero la Colombia actual es una nación diferente, y llegó la hora de ser evaluados de forma nueva”, reaccionó el embajador colombiano, Gabriel Silva, en un comunicado.

Paralelamente, el Congreso estadounidense debe aprobar esta semana una extensión del Acuerdo de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPDEA), vigente desde 2002 y que tanto republicanos como demócratas dicen estar dispuestos a aprobar.

Ese acuerdo beneficia a las exportaciones colombianas y ecuatorianas a Estados Unidos, a cambio de una lucha más frontal contra el narcotráfico.

Los republicanos quieren extender el ATPDEA hasta el 1 de julio, el mismo plazo que le han dado al gobierno Obama para que apruebe los TLC pendientes.

El 90% de las exportaciones colombianas a Estados Unidos ya entran libres de aranceles gracias al ATPDEA.

Colombia exportó entre enero y noviembre de 2010 por valor de 14.223 millones de dólares a Estados Unidos, e importó por valor de 10.898 millones.

Panamá exportó por valor de 350 millones de dólares en ese mismo periodo, e importó por valor de 5.393 millones.

La ausencia de un TLC con Colombia está de hecho penalizando las exportaciones estadounidenses, en especial a los productores agrícolas, que ya dejaron de ser por ejemplo los principales exportadores de soja o trigo a ese destino.