La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció este jueves la construcción de 6.000 casas para los afectados por las lluvias y aludes que devastaron una región de Rio de Janeiro y dejaron unos 835 muertos, y consideró urgente reestructurar la Defensa Civil para evitar nuevas tragedias.

Rousseff participó en un acto junto al gobernador de Rio de Janeiro, Sergio Cabral, y aprovechó para anunciar que el gobierno federal entregará recursos para construir 6.000 casas para familias damnificadas de la región serrana en el marco del ‘Programa Mi casa Mi vida’ con subsidios estatales.

En ese sentido, el gobierno local solventará cuotas de 50 reales (17,9 dólares) de los beneficiarios del programa que tengan renta familiar de hasta tres salarios mínimos (hoy fijado en 540 reales). El ‘Programa Mi casa Mi vida’ ya abarcaba en Rio unas 22.000 unidades.

En ese mismo acto fue anunciada la donación de 2.000 unidades habitacionales de 12 empresas constructoras, con apoyo del gobierno del estado de Rio, que concedía sin costo terrenos e infraestructura del lugar.

Los últimos datos divulgados indican que el número de muertos en esta región, a unos 100 km de Rio, llegó este jueves a 835, concentrados en las ciudades de Nova Friburgo, Teresópolis, Petrópolis y Sumidouro.

Al menos unas 518 personas están desaparecidas y más de 30.000 perdieron o debieron abandonar sus viviendas por las lluvias o aludes de tierra registrados el 12 de enero.

Rousseff también consideró imperiosa una reestructuración de la Defensa Civil brasileña para ampliar su alcance con unidades en cada municipio.

“Con recientes hechos de la naturaleza, como el (huracán) Katrina, tsunamis y huracanes en todo el mundo, precisamos de unidades de emergencia municipales que orienten a la población sobre que hacer”, dijo la gobernante.

También sostuvo que se dará prioridad a recursos del banco de fomento BNDES para realizar en todo Brasil un mapeo de áreas de riesgo de aludes y equipos para monitorear el clima “con el objetivo de evitar catástrofes nuevas”.