El Comandante de Bomberos de la Zona Sur de la Región Metropolitana, José Sánchez, negó que Gendarmería haya dificultado la labor de los voluntarios el día de la tragedia en la cárcel de San Miguel. Sin embargo, los querellantes en este proceso insistieron en que hubo negligencia por parte de los funcionarios.

El jefe bomberil fue el primero en declarar ante el fiscal Alejandro Peña, quien investiga si hay responsabilidades penales por el incendio que dejó a 81 reos muertos.

Según las fuentes consultadas, uno de los bomberos que participó en las labores de rescate, aseguró ante la Fiscalía que le impidieron cortar los candados para ingresar a la zona del fuego.

Sánchez dijo que los funcionarios carcelarios colaboraron en todo instante cuando llegaron a la emergencia.

Respecto al supuesto hálito alcohólico que tenían varios de los gendarmes, el comandante de bomberos explicó que ellos no pudieron notarlo ya que trabajan con máscaras antigases.

El abogado que presentó la primera querella por esta tragedia, Carlos Quezada, dudó de la versión del jefe bomberil.

En otro ámbito, la Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago revocó el arresto domiciliario y envió a la CAS a los dos ex funcionarios de Gendarmería Abel Godoy Leiva y Luis Alfaro Ramírez, que están siendo investigados por el Ministerio Público por el delito de asociación ilícita para el cohecho.