Una semana lleva tomado el Servicio de Salud de Aconcagua por sus trabajadores, que exigen que no se les descuente los días no trabajados durante el paro nacional del sector público.

En total lo que se dejaría de pagar son 7 millones 300 mil pesos, y los bonos trimestrales hasta diciembre del año 2012, lo que a juicio del vocero de la Coordinadora de Salud Aconcagua, Alejandro Aguilar, es desproporcionado.

Es por esto que el dirigente aseguró que la toma seguirá en pie, hasta que el director del Servicio, Rodrigo Infante, de su mano a torcer, ya que según él cuentan con el apoyo del alcalde de Los Andes y el obispo de la Diócesis.

A juicio de Aguilar, con este tipo de represalias se está incumpliendo el Convenio 151 de la OIT, que obliga a homologar los derechos de los trabajadores del mundo privado a los empleados estatales, como es la negociación colectiva.