El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, restó importancia este domingo a los cables diplomáticos de Estados Unidos divulgados por el sitio web WikiLeaks, al considerarlos “subjetivos” y que no representan necesariamente la posición del gobierno de esa nación.

“Esa información no es más que información de carácter subjetivo que envía un delegado de la embajada de los Estados Unidos, es su apreciación, yo no le veo ningún problema a que las embajadas informen a sus países de cómo estan percibiendo la situación en el país en que estan acreditados, lo mismo hacen nuestras embajadas”, afirmó Funes en una improvisada rueda de prensa.

En uno de los cables diplomáticos confidenciales fechado en enero de 2010 filtrado por WikiLeaks y publicado recientemente por el diario español El País, el encargado de Negocios de la embajada estadounidense en San Salvador, Robert Blau, calificó de “esquizofrénico” al gobierno de Funes.

“Como mejor puede definirse el gobierno salvadoreño es de esquizofrénico”, afirmó Blau en su mensaje cuando apenas y corrían ocho meses de gobierno de Funes.

Antes, en agosto de 2009, otro cable firmado por Blau señala que una fuente no identificada del denominado Movimiento Amigos de Mauricio, que apoyó a Funes en la campaña electoral presidencial, le comentó que el presidente temía por su seguridad personal y sospechaba que la “línea dura” del FMLN estaba interceptando sus llamadas telefónicas.

Al respecto, el mandatario salvadoreño señaló que lo único que él hizo tras asumir la presidencia de la República, en junio de 2009, fue solicitar mediante la embajada estadounidense en San Salvador que el Servicio Secreto de Estados Unidos “capacitara” al Estado Mayor Presidencial (EMP), en mejores técnicas para su seguridad y la de su familia.

“Una cosa es la percepción que tenga el funcionario en cuestión (Blau) y otra cosa es la posición oficial que tenga el Departamento de Estado, y es ahí donde se tiene que hacer la diferencia; no se puede tomar como posición oficial la posición de un funcionario que no es ni siquiera del primer nivel dentro de la estructura jerarquizada de mando de la embajada”, señaló Funes.

Los cables diplomáticos estadounidenses también ponen énfasis en los constantes choques que el mandatario ha tenido con el partido que le sirvió de catapulta para llegar a la presidencia de la República, el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), y cuyas mejores muestras se manifiestan en materia de política exterior.

Sobre ello, el presidente Funes dijo que las diferencias con su partido no constituyen una “novedad” y él mismo se ha encargado en reiteradas ocasiones de tratarlas públicamente al considerar que “soy un presidente que no se debe a un partido político”.