Familiares de los reos muertos el pasado 8 de diciembre en la cárcel de San Miguel, presentaron una querella en contra de quienes resulten responsables.

Cárcel San Miguel

Cárcel San Miguel

Familiares de 16 de los 81 reos que murieron en el incendio de la cárcel de San Miguel presentaron nuevas querellas contra quienes resulten responsables de cuasi delito y homicidio por omisión. Asimismo las familias de 45 internos que permanecen encerrados en la torre 5 de este penal recurrieron a la justicia para que sean trasladados a otro recinto.

Las querellas fueron interpuestas en el décimo primer juzgado de garantía de la capital que ya admitió a trámite un libelo anterior.

Una de las querellantes, la madre de una de las víctimas, dijo que sólo esperan que se haga justicia tras este episodio dramático.

Uno de los abogados que interpuso estas querellas, Rodrigo Román, dijo que pretenden que se aclare la responsabilidad de quienes no prestaron auxilios a los internos.

El diputado comunista Hugo Gutiérrez, que acompañó a los familiares a este trámite judicial, se quejó por la falta de socorro a estas víctimas.

En tanto, las Familias de 45 reos sobrevivientes de esta tragedia interpusieron un recurso de protección contra Gendarmería.

Denunciaron que tres de los recurrentes que resultaron heridos en la oportunidad, fueron reingresados al recinto tras ser dados de alta de los respectivos centros asistenciales.

La abogada de la oficina de DDHH de la Corporación de Asistencia Judicial, Paola Oyarzún, explicó que exigen a los tribunales que ordene a Gendarmería el traslado de los reclusos y tratamientos psiquiátricos para los afectados.

Fuentes consultadas por La Radio, informaron que en la carpeta de investigación que instruyen los fiscales encabezados por Alejandro Peña ya se confirmó que fue un reo, de los 81 fallecidos, el que alertó primero a bomberos del incendio y no la institución.

Además, las mismas fuentes aseguraron que hay al menos dos testimonios de bomberos que aseguran que los gendarmes les negaron el permiso para cortar los candados cuando se registraba el siniestro.