La empresa Dasa Limitada deberá terminar las famosas tulipas del paseo peatonal, proyecto que hace 2 años comenzó a construirse en Concepción, y que ha tenido 3 intentos fallidos de propuesta pública y 2 de adjudicación directa.

Este quinto y desesperado intento del municipio busca salvar una idea que fue emblemática de la entonces alcaldesa Jaqueline Van Ryselbergue y que se ha transformado en la verguenza de Concepción.

Nada tiene que ver con el terremoto. El fracaso de las tulipas comenzó el 30 de abril del 2008, cuando la empresa Proemsa se adjudicó un proyecto que presentaba como “fuera de serie” y aseguraba que iba a ayudar a reactivar el alicaído comercio en el centro penquista. La cuadra de Barros Arana, entre Colo Colo y Castellón, cubierta con láminas para proteger a los peatones de la lluvia.

Una serie de inconvenientes fueron retrasando las obras civiles que debieron estar listas en mayo del año pasado. Esto provocó que el municipio pusiera término anticipado al contrato con la empresa Proemsa por incumplimiento del plazo estipulado. Le cursó una multa e hizo efectivas las boletas de garantía.

En junio de este año se llamó por primera vez a propuesta pública para terminar los trabajos, financiados casi en su totalidad por 2 grandes tiendas del sector. Sin embargo, este llamado nadie lo escuchó, o nadie quiso tomarlo, y se debió hacer un segundo en julio, que tampoco tuvo oferentes y tuvo que ser declarado desierto.

Para decirlo en buen chileno, una vergüenza que ninguna empresa se interesara en terminar el entulipado de Barros Arana. Y todo esto, mientras 9 pilares se convirtieron en baños, basurero y guarida de delincuentes.

Historia aparte es la que han vivido en 2 años los comerciantes del lugar, que han sufrido pérdidas irreparables por esta megaintervención en una de las cuadras más transitadas de Concepción.

3 intentos fallidos de licitación llevaron al municipio a invitar directamente a 4 empresas regionales. 3 de ellas presentaron en septiembre sus ofertas para terminar las obras. Por trato directo se adjudicó la construcción a Sutter limitada, que debió comenzar a mediados de octubre.

Sin embargo, la empresa desistió porque no pudo presentar la boleta de garantía, algo así como 20 millones de pesos para una empresa de gran prestigio, que además privilegió otras obras que se adjudicó en la marcha, y derechamente, dejó botadas las tulipas, que otros ya habían botado antes.

El concejo municipal ya autorizó una segunda adjudicación directa, ahora a Daza limitada, que en sucesivas conversaciones ha asegurado a la autoridad que no tiene ningún inconveniente para terminar el proyecto.

Con una tranquilidad que impresiona, el municipio confía que “ahora sí que sí” va a resultar. Ojalá así sea porque Concepción no merece un chiste de este calibre que nos lleva a recordar que hace muchos años la ciudad está en el abandono y a nadie le importa.

Tulipas en Paseo Peatonal | Gerson Guzmán

Tulipas en Paseo Peatonal | Gerson Guzmán