El fin de semana el fútbol nacional tuvo de todo: Un clásico vibrante que dejó dos cuerdas para el trompo del campeonato, la parte baja del certamen que se estrecha aún más y en Primera B, el retorno de un equipo que trabajó en serio y confió en la experiencia para ser campeón.
Vamos al clásico. Desde que arrancó el partido se ratificó la teoría que enunciaba en la previa del partido: la pierna fuerte iba a ser una constante y que no terminarían todos el encuentro. Bottinelli encarándose con Seymour, mucha lucha en el centro del campo y la agresividad con la que ingresó Universidad de Chile (algo que se ratificó en las expulsiones de Iturra y Juan González), dieron certeza a lo dicho.
Universidad Católica salió a copar la cancha y allí fueron claves los elementos de ataque de los cruzados: Milovan Mirosevic, Darío Bottinelli, Lucas Pratto y Roberto Gutiérrez presionaban la salida del cuadro azul y trabajaban en pos de la recuperación del balón como también de la generación de juego.
anfp.cl
Hombres bien respaldados por Francisco Silva por la izquierda, que tuvo tres opciones clarísimas para abrir el marcador y Jorge Ormeño en el centro. Juego que fue premiado con el golazo de Bottinelli de tiro libre (mal el hincha que lanzó el objeto contra el argentino y peor quienes no hicieron mayor esfuerzo para recriminarle su actitud), que era justo tras sus buenos quince minutos iniciales.
Sin jugar bien lo empató la U. de Chile, luego que Victorino entrara con demasiada libertad para igualar el cotejo, pero no supo aprovechar aquel envión para intentar revertir el marcador. El ingreso de Edson Puch fue tardío, pero más allá del penal perdido por Diego Rivarola, el equipo de Gerardo Pelusso no supo cómo llegar al arco de Toselli, siendo superado por la UC, que tuvo agresividad en todas las fases del juego y fue muy clara para desarrollarlo a lo largo del pleito, pese a que sólo pudo definirlo tras las expulsiones.
Justo triunfo para un equipo cuyo buen trabajo físico puede hacer la diferencia ante un Colo Colo que ganó sin convencer ante Cobresal y saca réditos de lo hecho hasta el triunfo sobre Palestino el 21 de Octubre para seguir en la pelea por el título.
Everton y su triunfo
En la parte baja, Everton realizó una de sus mejores actuaciones del año para batir a San Felipe y salir del descenso directo. Diego Osella envió a su cuadro al ataque, aunque para muchos el despliegue de los ruleteros llega demasiado tarde.
Ñublense desperdició un 2-0 a favor y terminó empatando 2-2 ante Universidad de Concepción, cediendo valiosos puntos de cara al final del torneo, donde enfrentará a la Universidad de Chile y San Felipe, mientras que Everton enfrentará a Audax Italiano y Universidad Católica en las jornadas que restan.
Huachipato entró a la pelea por un cupo en la Liguilla a Copa Libertadores gracias al aporte de Manuel Villalobos, José Pérez y Javier Elizondo en el triunfo por 2-0 ante Cobreloa y espera traspiés de Unión Española (de pálido 1-1 ante O’Higgins) y San Felipe para buscar un cupo en el torneo internacional.
Municipal Iquique, campeón de la Primera B.
anfp.cl
Para el cierre, destacar lo de Iquique. Buen triunfo de un equipo que se basó en la experiencia para enfrentar el campeonato y apuntar a la ronda final del certamen, que era la que definía los ascensos. Gente como Fernando Martel, Marco Millape, Leonardo Más, Otelo Ocampo o Marco Olea, puso la cuota de necesaria experticia en cotejos decisivos, la que recogieron, entre otros, Álvaro Ramos (uno de los que se consolidó en la presente campaña).
Ojalá que no sea “verano de San Juan” lo de Iquique, cuya ciudad e hinchada merecen tener presencia durante muchos años en Primera División. Un reto que deberán afrontar la próxima campaña. Por ahora, a disfrutar y celebrar, que merecido se lo tienen.
