Un coctel molotov fue arrojado la noche del viernes a la embajada de Nicaragua en Costa Rica, sin causar daños ni víctimas, a la misma hora en que la Organización de Estados Americanos (OEA) trataba de desactivar una disputa entre ambos países, informó este sábado la Policía.

“Anoche (viernes) algún energúmeno lanzó una bomba molotov a la embajada”, dijo a la AFP el portavoz del Ministerio de Seguridad, Jorge Protti.

El artefacto no se encendió, por lo que no causó daños ni víctimas.

El ataque ocurrió mientras el Consejo Permanente de la OEA sesionaba en Washington en busca de una solución a la disputa limítrofe entre Costa Rica y Nicaragua. El cónclave culminó con una resolución que llama al retiro de tropas en la frontera, que fue saludada por San José y rechazada por Managua.

“Se van a hacer todas las averiguaciones del caso (en el ataque a la embajada), más el reforzamiento de los lugares diplomáticos de Nicaragua tanto en San José como en (la ciudad norteña de) Liberia”, indicó Protti.

El embajador de Nicaragua en San José, Harold Rivas, dijo que fue informado del ataque minutos después y lamentó el clima de “intolerancia” por la disputa fronteriza.

“Recibí una llamada del agente de seguridad de la embajada” para informar “que pasaron tirando un coctel molotov” que “afortunadamente no agarró fuego”, declaró Rivas a medios oficiales de Managua.

Dijo que reportó el incidente al Organismo (Policía) de Investigación Judicial costarricense y que el gobierno de San José decidió redoblar la seguridad de la embajada, mientras investiga el caso.

Rivas atribuyó el ataque al conflicto que envuelve desde hace tres semanas a las dos naciones, a raíz del dragado del fronterizo río San Juan.

“Yo creo que (esto) ya está rayando en la intolerancia, así que le informo que gracias a Dios no hay ningún herido, ningún daño a la propiedad (y), esperemos que no sigan este tipo de actos”, expresó Rivas.

La presidenta costarricense, Laura Chinchilla, prometió el viernes que los miles de nicaragüenses que viven en Costa Rica no van a sufrir represalias por la disputa con Managua.

Más de medio millón de nicaragüenses –incluidos muchos indocumentados– vive en Costa Rica, donde desempeñan trabajos principalmente en la agricultura, construcción y servicio doméstico.