Panadería funcionando en casa pareada | María Luis Huaiquifil

Panadería funcionando en casa pareada | María Luis Huaiquifil

Señores Radio Bío-Bío:

Quiero contarles mi problema y los daños que me ha provocado la construcción de una panadería–amasandería que se construyó pisoteando e infringiendo todas la leyes. Está ubicada en pasaje Pablo Neruda n° 1835, al lado de mi casa habitación, o mejor dicho pareada a mi habitación, dormitorio.

¿Qué le parece a usted dormir en una casa pareada a una panadería? Creo que ninguna persona merece lo que yo estoy sufriendo, con los ruidos molestos que no me dejan descansar ni siquiera en mi propia casa, que cada madrugada me hacer dar un salto de mi cama pensando que es un terremoto o que el volcán explotó.

Pasar todo el día con ese insoportable ruido que se siente en toda mi casa, ya que los sitios son muy reducidos. Tengo hasta ratones paseándose por mi entretecho y, para rematar, las moscas que llegan por los malos olores. Luchamos para que las casas no fueran pareadas y ahora me instalan una panadería que destruye todo lo que yo con mucho esfuerzo luché para vivir dignamente.

La verdadera denuncia sin embargo es contra de la Municipalidad, de su alcaldesa, señora Edita Mansilla Barría y de varios de sus departamentos: Obras, que no fiscalizó una supuesta habitación que en realidad es una panadería; Renta y Patente, que entregó una patente por debajo de la mesa por razones de amistad y de modo indebido; Vivienda, que otorgó un beneficio exclusivo para mejoramiento de vivienda, lo cual el beneficiado usó para la construcción de una panadería; y Departamento Social, por otorgar un beneficio peligroso, contaminante y con ruidos molestos, no fiscalizó el terreno ni el lugar, no constató los riesgos y los problemas que ocasionan una panadería, por lo cual cometieron una grave negligencia que lamentablemente ha afectado mis condiciones de vida.

Ellos acabaron con todos mis derechos por ser una mujer sola con mi hijo, por ser mapuche y no tener dinero. Ya basta de tantas injusticias que están provocando hace ya un año. Han hecho caso omiso a mis tantos reclamos en contra de sus departamentos, con la ley en mano, pero ni así quieren escucharme.

Esta situación está afectando a mi salud mental. Ya no sé dónde reclamar mis derechos de vivir en tranquilidad. Necesito su ayuda pues no tengo los recursos necesarios para contratar un abogado, ya que las leyes y los derechos de algunas personas valen menos que un comino.

Esperando su colaboración se despide afectuosamente.

María Luisa Huaiquifil Marivil
10.622.XXX-X