Decenas de miles de personas se manifestaron este sábado en Roma para defender la condiciones de trabajo en la industria metalúrgica, en particular en el sector del automóvil, y protestar contra la política del jefe de gobierno italiano, Silvio Berlusconi.

“Debemos continuar esta lucha y para eso hay que empezar a planificar una huelga general”, dijo el líder del sindicato metalúrgico, Maurizio Landini, al dirigirse a los manifestantes.

“¡Huelga, huelga, huelga!”, respondieron los manifestantes.

Por su parte, Guglielmo Epifani, principal dirigente del sindicato CGIL, el mayor de Italia, anunció que el próximo 27 de noviembre, en ocasión de una nueva manifestación, se anunciará una fecha para una huelga general si el gobierno no toma medidas para ayudar a los asalariados de los sectores en dificultad.

“La situación social es muy difícil. El país va en bajada y no logra recuperarse como debiera. El desempleo aumenta”, declaró a los periodistas Guglielmo Epifani.

Al menos 100.000 personas participaron en dos marchas diferentes que confluyeron en la plaza San Juan de Letrán, lugar tradicional de las grandes manifestaciones en Roma, indicaron fuentes del sindicato metalúrgico FIOM-CGIL, organizador de la manifestación.

El dirigente del sindicato metalúrgico, Maurizio Landini, dijo que se trataba de “una gran jornada de lucha en defensa de la democracia, de los contratos de trabajo y del derecho al trabajo de la gente”.

La industria italiana, en particular la metalúrgica, sufrió duramente la crisis económica mundial del 2008/2009.

Italia registra actualmente un desempleo de 8,2% de la población activa, o sea dos millones de parados.