Imagen | Pedro Cid

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Comenzó el Juicio Oral por el atropello con consecuencias fatales ocurrido el año pasado en la comuna de Chiguayante. El acusado es el chofer de la línea Expresos de Chiguayante, quien lo arrolló.

El estudiante de Técnico en Informática de la Universidad Santa María, Miguel Angel Soto Urrea, de 17 años, salía de su casa en Chiguayante para abordar locomoción colectiva para ir a clases, cuando fue atropellado por un taxibús de la línea Expresos Chiguayante que venía desde Concepción.

Fue en un paso peatonal de calle Manuel Rodríguez. El abogado querellante, Raúl Bustos, confía en demostrar la culpabilidad del conductor Nixon Romero Neira, de 38 años, por no ir atento a las condiciones del tránsito, exceso de velocidad y no respetar el paso preferencial del peatón.

En su minuto, para el fiscal Paolo Muñoz, ningún informe de la Siat acreditó la falta del chofer y una testigo incluso dijo que le pareció que el joven iba escuchando música, con audífonos.

Pero la familia del fallecido, en cuya memoria se hizo un mural en el sitio del suceso, siente que los abandonaron, dijo el cuñado de la víctima Cristián Toro.

En la misma zona del fatal atropello, este año murió otra persona arrollada por un bus de la misma línea.

Y en las últimas horas, en el Hospital Regional penquista falleció Susana del Carmen Babbones, de 40 años, quien fue atropellada en Progreso con calle 101, también en Chiguayante.