El candidato oficialista a la presidencia de Colombia y ex ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, dijo el martes que si gana las elecciones del domingo entregará al gobierno de Quito las computadoras incautadas a un jefe de las FARC abatido por el Ejército colombiano en Ecuador.

FARC-EP

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“Creo que a estas alturas, si llego a ser presidente de la República, no tendría ningún problema en revelarlos, y si esa es la condición que solicita el presidente del Ecuador para restablecer y normalizar las relaciones, yo le daría ese computador sin ningún problema”, precisó Santos.

Santos, candidato del partido de la ‘U’ y favorito en las encuestas, hizo la afirmación durante un debate televisivo con su adversario en la segunda vuelta electoral del domingo próximo, el independiente Antanas Mockus, del Partido Verde.

Según Santos, el contenido de los computadores encontrados en el campamento de las FARC que el ejército colombiano bombardeó el 1 de marzo de 2008, y que resultó en la muerte del jefe guerrillero Raúl Reyes, no fue revelado por razones de Estado.

“Hubo una discusión en el gabinete sobre la conveniencia o no (de entregar las memorias). Existía una cadena de custodia y una serie de solicitudes formales de jueces en ese sentido, además de razones diplomáticas” que llevaron a decidir que “no se entregara el contenido de esos computadores”, explicó el ex ministro de Defensa.

El gobierno del presidente ecuatoriano Rafael Correa rompió relaciones diplomáticas con Bogotá a raíz del ataque al campamento de Reyes, en el que murieron 25 personas, entre ellas cuatro mexicanos y un ecuatoriano y que fue autorizado por Santos en su calidad de ministro de Defensa.

Aunque las relaciones a nivel de encargados de negocios fueron reactivadas en noviembre pasado, Correa ha insistido en que sólo se normalizarán cuando Bogotá entregue los computadores incautados en el campamento de Reyes.

Bogotá ha afirmado que las máquinas del entonces segundo al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) contenían información que vincula al gobierno de Correa con esa organización guerrillera.

“Queremos los discos duros para ver quién nomás está involucrado. A todo esto se comprometió el presidente (saliente de Colombia) Alvaro Uribe, pero todavía no se cumple. Entonces, ese es el paso que falta para normalizar totalmente las relaciones bilaterales”, precisó Correa el jueves pasado.