Comerciantes del centro de Concepción, ya no soportan el molesto ruido del paseo peatonal, el que se ha agudizado desde que los vendedores ambulantes promocionan las trompetas mundialeras, más conocidas como vuvuzelas.

Las odiadas vuvuzelas | Golda Arquitectura

Las odiadas vuvuzelas | Golda Arquitectura

Por si fuera poco ruido del chinchinero, del grupo de música andina, de los vendedores de música y películas piratas, del vendedor de Kino y de los que comercializan paraguas gritando a viva voz, ahora se suma la venta de esta especie de trompeta, utilizada por aficionados para animar a sus equipos y que producen un sonido similar al zumbido de abejas.

Los locatarios del comercio establecido, particularmente de la calle Barros Arana entre Aníbal Pinto y Colo Colo, ya no pueden más con los problemas acústicos. Y no sólo afecta sus oídos, sino también a las ventas, pues no pueden atender clientela, simplemente porque no escuchan, según relató Raquel Martínez, una de las afectadas.

El concejal penquista, Alvaro Ortiz, reconoce que esta demanda de los locatarios se arrastra hace años, y espera poder tratar el problema en la sesión municipal del jueves próximo.

Punto importante es la presencia policial, que se ha visto fuertemente disminuida en el centro tras el terremoto.

Recordemos que importante contingente fue destinado a cuidar edificios abandonados, mientras otro tanto permanece apostado de forma habitual en plaza Perú, quedando el paseo peatonal prácticamente desprotegido, afirman los comerciantes.