La petrolera británica BP fracasó con ‘Top kill’, su más reciente operación para sellar su fuga de petróleo en el Golfo de México, en tanto The New York Times informó que ingenieros habían alertado a la empresa que la plataforma corría riesgo mucho antes del desastre.

“Después de tres días completos intentando sellar la fuga, hemos sido incapaces de contener el flujo” de petróleo, dijo el jefe de operaciones de BP, Doug Suttles, en una rueda de prensa.

Suttles dijo desconocer qué falló en la operación, bautizada ‘Top kill’. “No lo tenemos claro (…) No fuimos capaces de detener permanentemente el flujo”, agregó. BP usó submarinos robotizados para bombear fluidos al pozo, intentando sofocar la fuga el tiempo suficiente para permitir sellar la grieta con cemento.

Mientras, el diario The New York Times dijo el sábado que BP había sido alertada sobre riesgos de su plataforma mucho antes de lo que le señaló al Congreso en una audiencia de esta semana.

El 22 de junio de 2009 los ingenieros de BP expresaron su preocupación de que el revestimiento de metal que la empresa quería usar en el pozo pudiera colapsar bajo altas presiones, según el diario.

“He visto ese tipo de cosa ocurrir, o sea que puede ocurrir”, dijo Mark Hafle, ingeniero en perforaciones de BP, en un informe interno citado por The New York Times. No obstante, la empresa siguió adelante después de obtener un permiso especial, que violaba sus políticas de seguridad, agrega el diario.

Suttles dijo que la empresa ha “tomado la decisión de pasar a una nueva opción” en los esfuerzos por contener la fuga.

Ahora los esfuerzos se centrarán en cortar caños rotos que están en el fondo del océano, para luego instalar un receptáculo o contenedor donde se acumule el petróleo que sale, para luego bombearlo a la superficie.

BP y la Guardia Costera dijeron que llevará entre cuatro y siete días antes de que el artefacto –bautizado “Lower Marine Riser Package” (LMRP)– pueda ser instalado.

El presidente Barack Obama expresó su preocupación por el fracaso de la petrolera BP para sellar la fuga de petróleo en el Golfo de México.

“Siendo que inicialmente se recibieron informes optimistas sobre el procedimiento, ahora está claro que no ha funcionado”, dijo en un comunicado.

Además, habló de los “riesgos” del nuevo plan esbozado por BP. “Esta estrategia no está exenta de riesgos y nunca ha sido intentado antes a esta profundidad”, de 1.500 metros, dijo Obama.

El presidente recorrió una playa de Luisiana afectada por el petróleo, levantando fragmentos manchados para observarlos, al tiempo que delineaba una “respuesta histórica” de su gobierno al desastre que ha arrojado millones de litros de petróleo a las aguas del Golfo de México.

Por su parte, la guardia costera estadounidense dijo estar decepcionada con el anuncio del fracaso.

“Obviamente estamos muy decepcionados con el anuncio de hoy, y sé que todos ustedes están muy ansiosos por ver este pozo tapado”, dijo la vicealmirante de la Guardia Costera, Mary Landry, en la rueda de prensa.

Científicos del gobierno estiman que de 12.000 a 19.000 barriles de crudo al día se han vertido en el Golfo desde que la plataforma petrolera “Deepwater Horizon”, operada por BP, se hundió el 22 de abril, dos días después de la explosión que dejó 11 trabajadores muertos.

El desastre ya ha causado el cierre de largas franjas de aguas costeras de pesca, tras poner en peligro los medios de vida de los residentes, entre ellos el turismo, y tras amenazar con una catástrofe a los pantanos de Luisiana, hogar de muchas especies de flora y fauna.

Datos oficiales señalan que entre 70 y 110 millones de litros de crudo se han vertido al Golfo de México, mucho más que los cerca de 40 millones derramados en el desaste de Exxon Valdez en 1989.