El Consejo General del Poder Judicial español (CGPJ) suspendió este viernes al juez Baltasar Garzón de sus funciones, tras haber sido inculpado por haber querido investigar los crímenes amnistiados de la época franquista, informaron fuentes judiciales.

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La suspensión fue decidida “por unanimidad” por el pleno del CGPJ, el órgano de gobierno de los jueces españoles, reunido en sesión extraordinaria para decidir sobre el cese del juez de la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, según la misma fuente.

El CGPJ ha tomado esta decisión después de que el juez del Tribunal Supremo, Luciano Varela, ordenara la apertura de juicio oral contra Garzón, acusado de prevaricación (dictar una resolución injusta a sabiendas de que lo es, ndlr) por intentar investigar sobre los crímenes del franquismo sin supuestamente tener competencias para ello.

Garzón intentó llevar a cabo brevemente en 2008, antes de deshacerse de ella, una investigación sobre los 114.000 desaparecidos de la Guerra Civil (1936-1939) y los primeros años de la dictadura franquista (1939-1975).

“Era algo cantado, el CGPJ no podía hacer otra cosa, cuando un juez es sentado en el banquillo por un delito ejerciendo sus funciones como es el de prevaricación, no quedaba otra opción que suspenderle, primero porque lo dice la ley y luego porque es la práctica habitual”, dijo el portavoz de la asociación Jueces para la Democracia, Ignacio Espinosa.

Tras la suspensión, el presidente del CGPJ, Carlos Dívar, ha convocado una sesión de la Comisión Permanente de este órgano judicial para las 18H00 locales (16H00 GMT) con el fin de estudiar la petición de Garzón de ser trasladado como asesor del fiscal de la Corte Penal Internacional (TPI), el argentino Luis Ocampo en La Haya.

Después de conocer la decisión del CGPJ, el juez Garzón abandonó la Audiencia Nacional entre abrazos de amigos y colegas y los gritos de “¡Garzón, amigo, el pueblo está contigo!” de un grupo de partidarios del magistrado.

El magistrado español había afirmado en la tarde del jueves encontrarse “tranquilo” ante la eventualidad de su posible suspensión.

“Las situaciones complejas no se afrontan con optimismo, se afrontan con tranquilidad, la tranquilidad que da saber que se es inocente”, afirmó el magistrado después de participar en un acto en la Casa de América de Madrid sobre las víctimas judías de la dictadura argentina (1976-1983).

“Hoy debería salir alguien para decir: españoles, la justicia ha muerto, ¿no?”, afirmó el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Santiago Macías, parafraseando lo que dijo el presidente Carlos Arias Navarro en 1975 al anunciar en televisión la muerte del dictador Francisco Franco con un “Españoles, Franco ha muerto”.

“Porque sinceramente, si hay un juez que ha sido el primero en preocuparse de las víctimas del franquismo y termina así, es lamentable, realmente”, afirmó Macías.

Poco antes de conocer su suspensión, la defensa de Garzón había presentado en el Tribunal Supremo un escrito pidiendo la nulidad de la decisión del juez Varela de enviarlo a un juicio, para el que todavía no hay fecha.

La suspensión se mantendrá hasta que el juez sea juzgado y si la sentencia fuera condenatoria, podría ser inhabilitado por hasta 20 años, lo que en la práctica supondría el fin de su carrera como juez.