El jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad Católica, doctor Enrique Oyarzún, afirmó que los exámenes preventivos en las mujeres son muy importantes y no hay que confiarse de porque se siente bien y cree alimentarse perfectamente nunca se enfermará.

El facultativo expresó que la primera consulta al ginecólogo es primordial para educarse sobre la sexualidad y que idealmente esto debiera realizarse a partir de los 17 años, e ir acompañada de algún familiar cercano, con el objetivo de conversar acerca de anticoncepción, enfermedades venéreas, exámenes rutinarios, períodos fértiles, entre otros.

“Cuando ya se tiene una vida sexual activa y para evitar enfermedades prevalentes del cuello uterino, se hace necesario realizar una vez al año el examen Papanicolaou (llamada también prueba de PAP, citología vaginal o frotis de Pap), lo que permite examinar las células que se recogen del cérvix (el extremo inferior, estrecho del útero)”, detalló Oyarzún.

Sostuvo que a partir de los 40 años se recomienda la realización anual del examen de mamografía digital.

“Si hay antecedentes familiares respecto de cánceres de mamas debe hacerse este test a partir de los 35 años”, dijo el gineco-obstetra.

Añadió que es aconsejable hacerse el examen de densidad ósea o densitometría ósea, para chequear el nivel de calcio con que cuentan los huesos por riesgo de fracturas y patologías asociadas, e idealmente realizarse este test cada dos a tres años.

“El objetivo de este chequeo preventivo es llegar a una buena vejez, estar activos mental y físicamente, para ello se recomienda caminar rápido tres veces por semana. Contar con una dieta balanceada, y además, compartir y tener contacto con distintas redes sociales”, expresó el facultativo.