A las 11:30 de la mañana arribó a Chile desde la Habana el cuerpo del ingeniero Roberto Baudrand, quien se desempeñaba como gerente general en Cuba de la empresa de alimentos Río Zaza, de propiedad del empresario chileno Max Marambio, de inmediato fue trasladado hasta la iglesia Santa María de Las Condes.

En ese lugar, se procedió con una misa fúnebre a la que asistieron su círculo más íntimo de familiares y amigos, entre los que se vio al ex generalísimo de Marco Enríquez Ominami, Max Marambio.

Previo a la ceremonia, el sacerdote perteneciente a Los Legionarios de Cristo, quien ofició la misa, John O’Reilly, explicaba que la familia, se encontraba serena y que Baudrand era un hombre inquieto espiritualmente.

Durante la ceremonia, unos visiblemente emocionados hijos de Baudrand hicieron uso de la palabra recalcando que ya desde hace varios meses ellos como familia venían viviendo una compleja situación por la estadía de su padre en Cuba.

A su vez, el ex senador socialista y cercano a la familia de Buadrand, Jaime Gazmuri, sostuvo que espera que se realice una investigación sobre el caso y una explicación de parte de la justicia cubana respecto a los interrogatorios a los que se vio enfrentado el empresario fallecido.

Tras la ceremonia, los restos de Baudrand fueron trasladados hacia el cementerio Parque del Recuerdo, en la comuna de Recoleta, donde se ofició una ceremonia privada donde se le dió el último adiós.

A dicha instancia, no llegó el empresario Max Marambio, donde se esperaba que emitiera algún tipo de declaraciones.

De igual forma, y contrario a lo que se pensaba, considerando que se estudiaba realizarle una segunda autopsia, los restos de Baudrand fueron finalmente cremados.